David Llopis, autónomo afectado por la dana: "Hemos tenido que decir que no a muchas ayudas porque las teníamos que devolver, no te compensa"
Description
Un año después de la dana que asoló la Comunidad Valenciana, la frustración sigue presente entre los más afectados. Es el caso de David Llopis, cerrajero y autónomo de Catarroja, quien ha relatado en el programa 'La Linterna' de COPE la impotencia que siente ante la gestión de las ayudas. Su testimonio refleja una paradoja dolorosa: tener que rechazar el apoyo económico por las cargas fiscales que conlleva. "Hemos tenido que decir que no a muchas ayudas porque luego las teníamos que devolver, no te compensa", afirma Llopis, resumiendo el sentir de muchos que, como él, luchan por resurgir de la catástrofe.
La noche de la riada, David Llopis lo perdió todo. Sus dos cerrajerías, una de ellas recién inaugurada hacía un mes, quedaron completamente destrozadas. A la devastación material se sumó la impotencia de ver cómo "te robaban lo poco que quedaba". En un primer momento, confiesa que se planteó "tirar la toalla", pero la responsabilidad hacia su familia y sus trabajadores le empujó a seguir. "Al final, pues eso, tienes una familia, tienes trabajadores y tienes que ayudar a la gente también", explica sobre su decisión de volver a empezar.
Levantar un negocio desde los escombros no es lo mismo que empezarlo de cero. Llopis subraya la principal diferencia: "Cuando tú empiezas de cero, empiezas tú solo, sabes los gastos que tienes, pero cuando empiezas de cero otra vez más tienes que soportar los gastos de seguridad social, los sueldos de los trabajadores". A pesar de ello, reabrió su negocio, 'Cerrajería Rex', en un polígono de Catarroja. La primera ayuda que recibió, y que le permitió "respirar", fue la de la fundación de Juan Roig, que llegó "en tres o cuatro días" y sin preguntas. Sin embargo, las ayudas oficiales, lamenta, llegaron "tarde y mal".
La crítica de Llopis es compartida por las asociaciones del sector. Alberto Vara, expresidente de la Federación de Autónomos (ATA) en Valencia, denuncia que la gestión ha fallado en varios frentes. La primera, que "las ayudas han sido insuficientes". La segunda, que muchas de ellas, salvo las estatales, "tributan a la agencia tributaria en la declaración de la renta", lo que considera "absolutamente injusto" para personas en una "situación realmente dramática". Esta situación ha dejado a muchos autónomos en una encrucijada, como le ocurrió a Susana, una exautónoma que tuvo que bajar la persiana ante la imposibilidad de afrontar los pagos.
A esto se suma la lentitud del Consorcio de Seguros, que debe peritar cada siniestro individualmente, y una "falta de información" flagrante por parte de las administraciones. Vara pone como ejemplo la prórroga del cese de actividad para autónomos, que el ministerio anunció el 30 de enero y no se materializó hasta el 21 de octubre, dejando a muchas familias en una situación "muy compleja" durante meses.
El impacto económico de la dana ha sido devastador. Se calcula un coste cercano a los 18.000 millones de euros en un área que genera el 20% del PIB valenciano. La catástrofe afectó a 275.000 trabajadores, destruyó 120.000 vehículos y arrasó 20.000 hectáreas de cultivo. Un año después, solo ha llegado la mitad de los más de 16.000 millones de euros en ayudas activadas por el Gobierno. El sector del comercio ha sido uno de los más damnificados, con historias como la de Juan, un panadero que tardó seis meses en reabrir, o la de Jesús, un zapatero que perdió los ahorros de toda su vida.
Según un informe de la Cámara de Comercio de Valencia, menos de la mitad de los autónomos han recibido apoyo económico, y solo un 18% de las ayudas han llegado efectivamente al colectivo. Esto ha forzado el cierre permanente de entre un 20% y un 30% de las explotaciones del sector primario, un 20% del comercio minorista y la hostelería, y hasta un 20% en el sector servicios. Pese a todo, David Llopis mira al futuro con optimismo: "Lo vemos bien, vamos trabajando y yo creo que con esfuerzo e insistiendo y trabajando, todo sale".
El 29 de octubre de 2024 sigue siendo una fecha imborrable para miles de españoles. Aquel día, una dana arrasó la Comunidad Valenciana y otras regiones como Castilla-La Mancha, Andalucía y Cataluña, dejando 237 víctimas, 89 municipios afectados y más de 17 millones de euros en pérdidas.
Un año después, COPE repasa las claves de lo que ocurrió y lo que se ha aprendido desde entonces.
La catástrofe no solo dejó víctimas, sino también un impacto económico de enormes dimensiones. Empresas destruidas, viviendas arrasadas, coches inservibles y campos anegados marcaron el día después.
El IVIE cifró los daños totales en más de 17.000 millones de euros. El informe de Cámara Valencia recoge que 48.722 empresas, 11.242 viviendas, 141.000 vehículos, 50.000 hectáreas agrícolas y 800 km de carreteras sufrieron daños.
Según Morningstar DBRS, se trata de la catástrofe natural más costosa en la historia de España. La AVA-ASAJA explicó que las explotaciones ganaderas fueron las primeras en recuperarse, mientras el 40% de las tierras agrícolas afectadas siguen sin restaurarse.
En julio de 2025, la Generalitat Valenciana aprobó el plan “Endavant”, con 29.000 millones de euros para la reconstrucción económica, social y la prevención de riesgos climáticos.
Los informes técnicos son claros: mejorar la coordinación de alertas meteorológicas, reforzar el mantenimiento de cauces y drenajes, y establecer planes locales de emergencia. Tres medidas esenciales para afrontar futuros episodios con mayor preparación y seguridad.




